Viajar es un gran placer para muchas personas y las vacaciones de verano suelen ser un momento perfecto para ello.
Compartimos algunos consejos para que saques el máximo partido a tu próximo viaje:
- Planifica y prepara. No sólo por cuestiones de organización obvias que te facilitarán ver y hacer lo que quieres y como quieres sino, y sobretodo, porque mientras planeas y sin darte cuenta, estás imaginando cómo será, cómo te verás allí, cómo disfrutarás de esa visita…Y esto hace que ya estés disfrutando, de alguna manera, de ese viaje que tienes por hacer, y hace, también, que cuando llegue ese momento la intensidad de disfrute sea mayor.
- Cuidado con las expectativas. Será inevitable que aparezcan, más aún si sigues el consejo anterior. Las expectativas no son negativas en términos absolutos, como te explicaba, pueden hacerte disfrutar. Sin embargo, también pueden hacer que te frustres. La idea que es que anticipes las cosas buenas de tu viaje y lo bien que estarás pero no con un optimismo ingenuo. Desde luego que no todo será maravilloso, quizá las cosas no salgan como están previstas y eso será lo más normal. Si lo aceptas, cuando ocurra no te llevarás un mal rato. No es incompatible: anticipar algunas cosas a la vez que encontramos un punto equilibrado de “dejarnos llevar” ante lo que pueda ocurrir y aceptar los cambios que se den.
- Céntrate en cada día y en cada actividad sin hacer la cuenta atrás. Dirige tu atención a ese lugar en el que estás, a las personas con las que lo compartes, si es el caso, a la actividad que estás realizando…teniendo en cuenta la importancia de vivir ese instante, porque será único e irrepetible. Atiende a sabores, a sensaciones…Si amplificas tu atención a todos los elementos de la experiencia, te sumergirás mucho más en ella. Por supuesto, aquí las anticipaciones de: “¡Oh no! Me queda un día menos para volver al trabajo”. La vuelta al trabajo será tarea para tu yo del futuro, no para tu yo del ahora.
- Sigue disfrutando de tu viaje cuando ya se haya terminado. Sí, mira fotos, habla con quiénes hayas compartido el viaje o con otras personas sobre el mismo, rememora anécdotas y cuenta detalles. Todo esto hace que el valor que tiene ese viaje sea aún más agradable y de nuevo, alarga el disfrute de la experiencia.